Laura DeNardis, Directora Ejecutiva del Information Society Project at Yale Law School, hizo una presentación durante la 3º Conferencia Global sobre Acceso al Conocimiento sobre cómo los protocolos de Internet eran parte de las luchas por los derechos de autor y la libertades políticas en Internet. El título de su presentación fue “IP (Protocolo de Internet) es la Nueva IP (Propiedad Intelectual)”. DeNardis enfatiza que los estándares técnicos son la base que permite a los usuarios acceder, crear e intercambiar información sin importar el hardware o software y que éstos no son inocentes desde el punto de vista político, sino todo lo contrario. Muchas de las batallas fundamentales sobre el acceso al conocimiento se libran a nivel de la arquitectura y los estándares técnológicos. Entre otros puntos interesantes:
“Los estándares son la política por otros medios. El diseño de los estándares estable políticas públicas en seis áreas:
- Procesos políticos: Los estándares técnicos tienen claras implicaciones para los procesos políticos cuando están involucrados en procesos formales de autorización y representación política, como por ejemplo el voto electrónico.
- Competencia e Innovación: La apertura o no de un estándar puede determinar si se desarrollará un monopolio o si habrá competencia e innovación en productos basados en este estándar.
- Comercio Global: Los estándares pueden impedir o promover el comercio global.
- Recursos Críticos: Muchos estándares crean y distribuyen los recursos limitados para el acceso al conocimiento (incluye direcciones de Internet, espectro electromagnético, orbitas de satélites y ancho de banda). Cómo y quién reparte estos recursos puede generar cuestionamientos económicos y de justicia distributiva.
- Libertades Civiles: El diseño de los estándares también puede determinar nuestras libertades civiles, como por ejemplo el grado de privacidad del usuario. Las especificaciones técnicas pueden crear libertades o contribuir a la habilidad de los gobiernos para filtrar, bloquear, censurar y vigilar los flujos de información.
- Servicios Públicos: El nivel de apertura e interoperabilidad en los estándares puede afectar importantes servicios públicos como la salud, la habilidad de los ciudadanos de acceder a los servicios gubernamentales y el archivo de los documentos públicos.”
La mayoría de los estándares de comunicación e información, explica DeNardis, se desarrollan puertas adentro por organizaciones privadas que no comparten información sobre procedimientos, requerimientos para acceder a estos desarrollos, acceso a documentos, derechos de autor, etc. Esto afecta principalmente a los países más pobres, que, por barreras culturales, financieras, etc. no tendrán la participación necesaria y por lo tanto sus necesidades no se reflejarán en el estándar. La experta aboga por la apertura de los estándares tanto en su desarrollo, como en su implementación y uso.
Fuente: Blog de la 3º Conferencia Global sobre Acceso al Conocimiento (A2K3)
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